Para algunos es el de mayor belleza de los que se localizan en la región. De lo que no hay duda, es que es el de mayor extensión de Asturias. Se encuentra en el Parque Natural de Somiedo y está próximo a los conocidos como lagos de Saliencia, a los que ya hemos dedicado un anterior artículo.
Como decíamos entonces, tanto los de Saliencia (La Cueva, Cerveriz, Calabazosa, La Almagrera) como el Lago del Valle son de origen glaciar y se encuentran situados en dos valles con accesos diferenciados, lo cual nos permite realizar dos excursiones diferentes para visitarlos, aunque haya quien prefiera verlos todos en un día.
Características
- Tipo: lineal
- Dificultad: ▲▲▲▲▲
- Desnivel: unos 330 metros
- Señalización: buena
- Sendero homologado: PR AS-15.1
- Distancia: doce kilómetros (i / v)
- Duración: tres horas/ tres horas y media
Situación y distancias
Distancias por carretera a Pola de Somiedo, capital del concejo de Somiedo
Cómo llegar al punto de partida
Una vez en Pola de Somiedo, seguimos el indicador a Valle de Lago. Por una carretera con firme en buenas condiciones aunque algo estrecha, recorremos los ocho kilómetros que separan ambas localidades. Las vistas que se pueden contemplar a lo largo del trayecto no son más que una muestra de la belleza que atesora el Parque Natural de Somiedo.
Llegados a Valle de Lago, continuaremos hasta el aparcamiento que se encuentra a las afueras (ver mapa). Hay quienes apuran al máximo y continúan con el coche hasta el final de la carretera, la zona conocida como Outeiro, pero no resulta recomendable pues allí el espacio para aparcar es mucho más reducido. Así que, una vez dejado el coche en el aparcamiento, recorremos unos centenares de metros hasta llegar a la altura de las últimas viviendas, en Outeiro. Allí una pista de tierra, de uso exclusivamente ganadero, nos conducirá en esplendoroso paseo hasta el Lago del Valle.
Echamos a andar por un camino carretero que avanza valle arriba entre grandes murallones que perfilan el cielo con sus afiladas crestas. No tardaremos mucho en cruzarnos con ese río cuyas aguas, procedentes del lago, llevamos tiempo escuchando. Como no podía ser de otra manera en zona de abundantes pastos, las vacas campean a sus anchas. De tanto en tanto, nos encontramos algunos teitos, edificaciones típicas de la zona con muros de piedra y con techo de escobas.
No hay pérdida alguna. Vemos un indicador que señala la dirección de los lagos de Saliencia; más adelante, habremos de tomar una opción: ir por una caleya entre praderías por medio del valle o tomar el denominado «camino a la sombra» que, a media ladera, cruza zonas de bosque, principalmente hayedo. Este segundo itinerario es algo más largo, pero, en nuestra opinión, bastante más agradecido.
Sea por un sendero o sea por el otro, tras un último repecho, alcanzamos la gran mancha plateada del Lago del Valle o Lago del Ajo, que por ese nombre también se le conoce.
Si ya disfrutamos durante el camino, toca ahora deleitarnos con este escenario que llevaba aquí millones de años aguardando para nosotros.
Si recorremos el borde del lago de oeste a este, nos daremos de bruces con el otro sendero. Si nos adentramos por este camino, el río del Valle, recién abandonado el lago, nos sorprenderá con una pequeña cascada que sus aguas dibujan para salvar los primeros desniveles. Luego, al igual que haremos nosotros por el marcado sendero, buscará el camino más fácil valle abajo.
Casi sin darnos cuenta llegamos a Valle de Lago. Terminamos el paseo, pero en nuestro viaje de regreso a Pola de Somiedo, aún tendremos que parar en un par de ocasiones para contemplar alguna de esas postales que estamos seguros haber visto con anterioridad.
Llegados a Valle de Lago, continuaremos hasta el aparcamiento que se encuentra a las afueras (ver mapa). Hay quienes apuran al máximo y continúan con el coche hasta el final de la carretera, la zona conocida como Outeiro, pero no resulta recomendable pues allí el espacio para aparcar es mucho más reducido. Así que, una vez dejado el coche en el aparcamiento, recorremos unos centenares de metros hasta llegar a la altura de las últimas viviendas, en Outeiro. Allí una pista de tierra, de uso exclusivamente ganadero, nos conducirá en esplendoroso paseo hasta el Lago del Valle.
Echamos a andar por un camino carretero que avanza valle arriba entre grandes murallones que perfilan el cielo con sus afiladas crestas. No tardaremos mucho en cruzarnos con ese río cuyas aguas, procedentes del lago, llevamos tiempo escuchando. Como no podía ser de otra manera en zona de abundantes pastos, las vacas campean a sus anchas. De tanto en tanto, nos encontramos algunos teitos, edificaciones típicas de la zona con muros de piedra y con techo de escobas.
Sea por un sendero o sea por el otro, tras un último repecho, alcanzamos la gran mancha plateada del Lago del Valle o Lago del Ajo, que por ese nombre también se le conoce.
Si ya disfrutamos durante el camino, toca ahora deleitarnos con este escenario que llevaba aquí millones de años aguardando para nosotros.
Casi sin darnos cuenta llegamos a Valle de Lago. Terminamos el paseo, pero en nuestro viaje de regreso a Pola de Somiedo, aún tendremos que parar en un par de ocasiones para contemplar alguna de esas postales que estamos seguros haber visto con anterioridad.
A la salida de la localidad, una zona de agua embalsada duplica la belleza del valle.
Antes de llegar a la capital del concejo, la silueta de Pola de Somiedo asoma entre el verde ramaje que ensombrece la sinuosa carretera...
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Entro en tu blog menos a menudo de lo que debía, ya que suelo ver las rutas que tan bien nos comentas tanto visualmente (con unas hermosas fotos) como con tus comentarios, siempre precisos y certeros con los que nos ayudas a llegar a nuestro destino. Procuraré entrar más a menudo.
ResponderEliminarUn saludo collaciu