El edificio del que hablamos fue construido como iglesia del monasterio de San Vicente, en Oviedo, contiguo al que actualmente es sede del Museo Arqueológico de Asturias, aunque muchos la conozcan como la iglesia de La Corte, por ser ése el nombre de la parroquia (en realidad la denominación oficial es parroquia de Santa María Real de La Corte).
Dicho lo cual, es preciso añadir que la iglesia de San Vicente está considerada como una de las muestras más representativas de arquitectura clasicista que se conserva en Asturias. Se construye a mediados del XVI bajo la dirección de Juan de Cerecedo, el Viejo, a cuya muerte —acaecida hacia 1568— le sucede su sobrino Juan de Cerecedo, el Joven.
La fachada se concibe como un gran pórtico, con una calle central y dos torres laterales, de las que sólo se levantó la izquierda (nótese que en la catedral de San Salvador sucede lo mismo, aunque en este caso sea la derecha la construida; al igual que en la iglesia de San Isidoro el Real donde también se construye la torre derecha).
Un arco de medio punto da acceso a una portada clasicista atribuida a Juan Ribero Rada.
La iglesia tiene una sola nave con capillas laterales. Los muros están revestidos con pilastras acanaladas coronadas por capiteles jónicos. En el cubrimiento nos encontramos con diferentes tipos de bóvedas: de cañón con lunetos, en la nave; vaída, en el cuerpo central del crucero; de medio cañón, en las capillas laterales...
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